domingo, 8 de febrero de 2015

La risa es una buena medicina

Un día que Pepe no se había podido levantar de la cama ya que le dolía un poco la tripa su abuela decidió que iba a ir a visitarlo y a cuidarlo mientras estaba en la cama. Y mientras Pepe estaba tumbado en la cama, ella le leyó un cuento, para ver si así se despejaba un poco, y se olvidaba de ese dolor de tripa que lo estaba haciendo polvo. Y la abuela de Pepe uso un arma que parece que no, pero es demasiado útil en los momentos en los que uno tiene pocas ganas de nada, y ese instrumento es la risa, es la que te cambia un momento triste por uno alegre, aún que sea momentáneamente. Entonces estábamos, en que la abuela de Pepe le estaba contando una historia para distraerlo, pero nunca se sabrá como acaba, la historia, por que antes de que ella pudiese acabar el niño se quedó dormido con una sonrisa en la cara. Ella se levanto satisfecha, porque aun que hubiese sido de forma breve había conseguido que su nieto se olvidase de sus problemas.


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