— papa ¿Podemos hablar un momento?
— claro; ¿Qué pasa?
— Fredo nos ha invitado a varios chavales a un par de días de convivencia. Pero entre los voluntarios que vienen con nosotros; hay un chico que va en silla de ruedas...
— ¿y que es lo que pasa con eso?
— que desde que Fredo nos lo ha dicho y nos lo ha presentado; no he podido parar de pensar en que el pobre no va ha poder hacer nada. Y que va ha aburrirse mogollón.
— mira campeón; mi consejo es que antes de pensar eso, le des una oportunidad, igual te sorprendes... Y si quieres que lleve el mismo ritmo ayuda le en todo lo que él no pueda hacer.
Jaimito dos días después se fue a la convivencia y allí estaba él; con su silla de ruedas y con su maleta. Conforme va avanzando la convivencia Jaimito descubre que ese chico que el pensaba que no iba a poder hacer nada por su silla de ruedas. Se levanta antes que los demás para poder estar al mismo ritmo que los demás. Y cada vez que necesitaba algo; allí estaba Jaimito para ayudarle. Descubrió a un buen amigo en el que apoyarse y con el que se reía muchísimo. Cuando antes por prejuicios pensaba que esa persona no iba ha poder hacer nada.
Cuando volvió a casa le dio las gracias a su padre y le contó todo. Le dijo que había encontrado a un buen amigo de verdad.
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